domingo, 21 de febrero de 2010

Navegamos entre estantes.


Ser librero no es un oficio, es un amor platónico.

El 17 de febrero se llevó a cabo la inauguración de la XXII Feria del Libro de Ocasión, encabezada por César Sánchez, colaborador activo de la Coalición de Libreros de México. Esta fue la primera vez desde hace 21 años que la sede original, el Museo Nacional de Arte (MUNAL), fue intercambiada por la nueva ubicación de Tacuba # 15, mejor conocido como el Casino Metropolitano (COME), entre Bolivar y Filomeno Mata.

El COME se encarga, en sus exposiciones y muestras abiertas gratuitamente al público, de la difusión de arte contemporáneo urbano actual. Son aquellos artistas que emergen de la plasticidad citadina, siempre y cuando cuenten con una propuesta fresca y un entusiasmo renovado, los que ocupan los lugares de exhibición del Casino Metropolitano.

El inmueble es una mezcla de historia y encanto. Tras su pesado portón los escenarios internos han sido distintos y vorágines: desde una lonchería, un gimnasio, el lugar de reunión de la clase judía, un billar (de ahí la designación de casino), hasta el día de ayer en que sus paredes trozadas se convirtieron en guarida de al menos 20 estantes de viejos títulos y conquistas literarias de autores clásicos, o bien algunos que desafortunadamente han pasado a la trastienda de la memoria.
César Sánchez mencionó en el mensaje de inauguración que “cuando la Coalición de Libreros se encontró con el problema de tener que armar un presupuesto para armar una feria, si tomamos en cuenta que anteriormente estábamos en el callejón de la Condesa y todo se reducía a llegar, colocarnos, ponernos, irnos; y que a partir de 1994 nos lleva a la situación de tener que pensar un proyecto de espacio cerrado en una ciudad tan compleja como la ciudad de México, para nosotros era una situación peor de incertidumbre que ahora”. Incertidumbre que hasta hoy sigue, ya que falta apoyo (a pesar de que los estantes fueron donados por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes) y planeación, por no preguntar – ¿y dónde están los de Conaculta?-.

Una de las problemáticas más alarmantes del “libro viejo” o libro de ocasión, es la falta de organización que existe en cuanto a que no hay un lugar establecido formalmente para los libreros y el intercambio de estos ejemplares únicos que, junto con sus dueños, engalanan esta vigésimo segunda feria. “No teníamos ni siquiera la remota idea de cómo atajar un proyecto que nos diera imagen, cuerpo y sentido sobre cómo recuperar el oficio del librero y nuestra imagen. Los libreros no se diferenciaban de los ambulantes”.

Es una lástima que los hayan llegado a considerar como tal ya que el oficio del librero es tan importante como cualquier otro. “Es rescatar libros que de otra manera se perderían”.
César Sánchez, quien ya lleva 25 años en el oficio y otros diecisiete en la Coalición, a pesar de la cuesta arriba se refirió a este encuentro como algo íntimo y placentero, que no podría ser posible jamás sin la colaboración de sus colegas y expositores, los cuales lo acompañaron el día de ayer durante el mensaje de bienvenida y a lo largo del brindis con motivo de esta fiesta literaria. Están aquí por perdurar y es por eso que celebran. “Hemos estado en un proceso no de extinción, sino de resistencia. Lo escuché de un funcionario, sin embargo depende de cómo lo veas, ya sea el vaso medio lleno o medio vacío. Pero, creo que objetivamente el librero sí está en un proceso de extinción dado a la ignorancia. La Feria permite al gremio estar vivo”.

Personalidades como el maestro Alejandro Alvarado Carreño, de la Asociación Mexicana de Grabadores y profesor por más de 50 años en la Escuela Nacional de Artes Plásticas, quien contribuyó con la muestra de una colección de grabados adjunta a la feria, así como el presidente la Dirección de Economistas del Distrito Federal y representante de la Asociación de Cronistas del Distrito Federal y Zonas Conurbadas, Alfonso Hernández Hernández, asistieron como muestra del interés por el rescate del oficio del librero y la difusión cultural implícita en el arte de leer. Porque un librero no es sólo un vendedor, vendedores son todos; es aquel que es capaz de entender las necesidades de su cliente, como cómplice lector, y comparte su pasión por la literatura a través de una recomendación encaminada siempre a la expansión cultural de las letras y el entorno.

La Feria del libro de Ocasión no es cualquier feria. Si pudiera establecerse una comparación entre las gigantes como, la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (en la cual la Coalición fue partícipe por cuatro años) o inclusive la tan universitaria Feria del Palacio de Minería, sobresaldría inmediatamente por su objetivo magno: regresar a la vida a aquellos libros que, de otra forma, verían finiquitadas sus vidas dentro de un contenedor de papel reciclado. “Se trata de complementar al libro nuevo y que la gente encuentre cosas que ya no va a poder localizar. No somos ninguna competencia para ninguna de esas ferias, sino un complemento”.

La otra parte del evento de los libros viejos es siempre el placer. Alejandro Lucio, librero de profesión y pasión, tiene una biblioteca que va desde librillos de la época de Emiliano Zapata, hasta curiosidades sólo para excéntricos (un libro que, debo presumir, terminé comprando. Lo que sé sobre cacería de Pablo Andrade Díaz, con alrededor de 470 páginas de absolutamente nada. Un libro sin palabras. Rareza entre lo cotidiano). Alejandro emana pasión por la lectura y el caprichoso mundo de la imaginación a través de lo escrito. Después de 14 años como librero en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM y en demás ferias del mismo tipo, conserva su amor intacto por estos seres que él llama “amigos”. Los libros.

Tal vez esta sea la oportunidad para quien esté buscando el libro de su vida que jamás ha encontrado, o para quien desafortunadamente lo ha perdido. Si algo quedó claro tras la inauguración de la Feria del libro de Ocasión, es precisamente eso: la ocasión, no tiene porque ser ocasional, sino un hábito, un amor, una navegación libre entre estantes.

El horario es de 10:00 a 20:00 hrs del 17 al 28 de febrero, además se llevará a cabo todos los días a las 13:00 hrs. un segmento de poesía en voz alta y a las 17:00 hrs. un ciclo de conferencias.

1 comentario:

  1. Nosotros también somos rescatadores de libros, mismos que ofrecemos en el callejón paseo de la condesa. Mas info de nosotros en: http://librosrodantes.blogspot.com
    Solo Libros Usados, Antiguos, de Ocasión, etc.

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