¿Cuánto tiempo nos falta querida,
para jactarnos de esas cosas obscenas
que te solía decir al oído
cuando el futuro contemplado estaba?
¿Cuándo será el momento en que me salves,
y recuerdes que espero aturdido,
porque bien lo dijiste "sólo amigos"
y yo insistente sugerí "amantes"?
Cuánto habré de esperar bajo esta sombra,
mientras los pies deambulan en la muerte
porque olvidado estoy en tu presente,
y es el danzón, domingo ya perdido.